CHINA, DE PAIS POBRE A SUPERPOTENCIA
Cuando Mao Zedong llegó al poder en 1949, China era un país herido, sumido en la pobreza.Hoy, al cumplirse 75 años del triunfo comunista, el país ha transformado su destino. China es una potencia mundial que sueña con convertirse en la mayor economía global.
Pero este «milagro económico», único en la historia, no fue obra del «Gran Timonel», sino de otro líder comunista: Deng Xiaoping.Bajo su mandato, nació la campaña «Reforma y apertura», que sacó de la pobreza a 740 millones de almas, según cifras oficiales.
Deng, con su visión de un «socialismo con características chinas», rompió los moldes y promovió reformas económicas cruciales. Transformó la agricultura, abrió el sector privado y modernizó la industria, conectando a China con el comercio mundial.
¿Y el cambio político?
El éxito económico trajo consigo sombras. La contaminación asfixiaba las ciudades y la desigualdad crecía sin piedad. La contaminación ha mejorado; entre 2013 y 2020, China redujo un 40% las partículas dañinas, según un informe de la Universidad de Chicago.
Sobre la desigualdad, las fuentes señalan que alcanzó su punto máximo en los 2000, pero ha disminuido en la última década. A pesar de todos los cambios, el rígido sistema político de un solo partido permanece inalterable.
Críticos acusan que la represión de los derechos humanos aumenta bajo el presidente Xi Jinping, quien concentra cada vez más poder, limitando las libertades de su pueblo.