Cookies de mantequilla de maní cremosas

Las cookies de mantequilla de maní son irresistibles, fáciles de hacer y muy satisfactorias para el paladar.
En un bol mezcla mantequilla de maní, azúcar moreno, azúcar blanca, huevo y esencia de vainilla.
Bate bien hasta que la mezcla esté homogénea, espesa y de color suave caramelo.
Añade harina, una pizca de sal y bicarbonato para darle textura y estabilidad.
La masa debe ser espesa pero no demasiado seca; ajusta con leche si es necesario.
Con ayuda de una cuchara, forma bolitas pequeñas y aplánalas ligeramente con un tenedor.
Haz el clásico patrón de cruz presionando suavemente con los dientes del tenedor.
Hornea a 180 grados Celsius durante diez a doce minutos, hasta que estén doradas.
Deja reposar cinco minutos antes de moverlas a una rejilla para enfriar completamente.
Estas cookies son suaves, densas y llenas del sabor único de la mantequilla de maní.
Puedes usar mantequilla de maní crujiente para añadir más textura y contraste.
Para una versión vegana, reemplaza el huevo con puré de manzana o linaza hidratada.
Estas cookies combinan perfectamente con chocolate, así que añade chips si deseas algo más goloso.
Guárdalas en un recipiente hermético durante una semana sin perder su suavidad.
Son perfectas como snack energético entre comidas o acompañadas de un café por la mañana.
Puedes congelar la masa para hornear solo cuando quieras disfrutar de cookies recién hechas.
Es una receta ideal para preparar con niños por su simplicidad y rapidez.
No necesitas batidora eléctrica, solo un bol grande y una cuchara resistente.
El sabor es intenso, reconfortante y deja una sensación deliciosa en cada bocado.
¡Prueba estas cookies y descubre tu nueva favorita para momentos dulces sin complicaciones!